Cada año, se celebra el día mundial del riñón, el objetivo es la concientizar a la población general sobre la importancia de los riñones. Se destaca, anualmente,  un tema relacionado con la salud renal, que se desarrolla en diferentes eventos  a nivel local, nacional e internacional destinados a crear conciencia acerca de la prevención de la enfermedad renal y conocer sus factores de riesgo.

Este año la temática es Enfermedad renal y obesidad.

La obesidad se define como una acumulación excesiva de grasa corporal, que puede generar problemas de salud tales como diabetes, hipertensión arterial, trastornos cardiovasculares y enfermedad renal crónica,  entre otros. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), obesidad se define como el índice de masa corporal (IMC) del adulto supera los 30 kg/m2. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres de cualquier raza, nacionalidades o estrato social.

La obesidad es un problema actual de salud pública en muchos países y tiene una tendencia creciente, generando altos costos socioeconómicos y una disminución en la esperanza de vida, estimándose en el año 2016 mas de 700 millones de personas obesas a nivel mundial.

La obesidad es un factor de riesgo significativo para generar enfermedad renal crónica (ERC), dado que aumenta la probabilidad de desarrollar los dos factores de riesgo más importantes para la ERC como son la hipertensión arterial y la diabetes. Asi mismo, tiene un impacto directo en el desarrollo de la enfermedad renal, ya que en las personas obesas, los riñones deben filtrar una mayor cantidad de sangre para alcanzar las demandas metabólicas exigidas por un mayor peso corporal. 

También en el trasplante la obesidad es un factor de riesgo tanto para el donante renal como para el receptor del órgano.

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Donante obeso
Los centros especializados en trasplantes contraindican a potenciales donantes por su obesidad o sobrepeso. La obesidad severa (IMC >35) es una contraindicación absoluta para la donación, ya que se asocia a mayor riesgo quirúrgico y de desarrollo de ERC a largo plazo. La obesidad entre 30 y 35 de IMC (o diámetro de cintura >82 cm en mujeres o >102 cm en hombres) es una contraindicación relativa, sobre todo cuando se asocia a otros factores de riesgo como hipertensión, glucemia alterada en ayunas o antecedentes familiares de diabetes y/o presencia de albuminuria (perdida de proteínas en orina). Siempre, debe advertirse al potencial donante de su mayor riesgo a largo plazo y orientarlo en los cambios de hábitos en su alimentación e incorporación de una actividad física regular para que logre la máxima reducción de peso antes de la intervención, pero sobre todo que logre mantenerlos indefinidamente.

Por el contrario, los donantes de peso normal (IMC entre 23 y 27) tienen un riesgo igual o incluso inferior de desarrollar insuficiencia renal en comparación con la población general.

 

Receptor obeso

Los receptores obesos de un trasplante renal, presentan  mayor probabilidad de complicaciones quirúrgicas, acarreando con ello una disminución en la supervivencia del injerto, independientemente de la supervivencia del paciente.

Lo recomendable es llevar a cabo el trasplante cuando el receptor, de ser posible,  se encuentre lo más cerca de un peso ideal.

A largo plazo, la obesidad es un factor que aumenta la filtración renal, lo cual se traduce en proteinuria (perdidas de proteínas en orina) y aumento en la creatinina (valor de laboratorio que estima la función renal), constituyendo un factor relevante que condiciona la duración del órgano implantado.

 

Cómo solicitar la credencial

Para solicitar la credencial debe contactar al organismo provincial correspondientes a su domicilio, personal o telefónicamente. Para más información sobre los alcances de la Ley Nº 26.928 y la obtención y uso de la credencial, puede comunicarse con el INCUCAI al teléfono 0 800 555 4628 internos *514 / *515 / *524 o con el Organismo Provincial de Ablación o Implante correspondiente.